La Terapia Visual

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Tabla de Contenido

La terapia visual es quizás uno de los temas más controvertidos en cuanto a la salud visual se refiere, ya que podemos encontrar profesionales que están a su favor y otros, por el contrario, que están en su contra. 

  • ¿Qué es y en qué consiste la terapia visual?
  • ¿Qué problemas puede tratar la terapia visual?
  • ¿Cuáles son los síntomas que padece una persona que puede trabajar con la terapia visual?
  • ¿Qué herramientas se utilizan en la terapia visual y qué resultados pretende obtener?

Y para finalizar hablaremos de la relación de la terapia visual y el aprendizaje y veremos algunas evidencias científicas de los beneficios que aporta la terapia visual.

¿Qué es la terapia visual?

Según la Asociación Catalana de Optometría y Terapia Visual (ACOTV) ‘la terapia visual, entrenamiento visual o rehabilitación es un tratamiento optométrico, totalmente individualizado, que tiene como objetivo potenciar y corregir los problemas del sistema visual: enfoque, coordinación de ejes visuales, ojo vago, estrabismos o problemas de aprendizaje relacionados con la visión’.

La terapia visual trata el sistema visual, incluyendo los ojos y las áreas del cerebro que participan en el proceso de la visión. Y su objetivo es el de enseñar al sistema visual a ser capaz de corregirse a sí mismo, cambiando los comportamientos reflexivos o automáticos.

De la misma forma que la visión no significa solamente ver bien, sino que se refiere a la habilidad de entender e interpretar la información visual que recibe nuestro cerebro a través de nuestros ojos. 

Una buena visión va más allá de disponer de una buena agudeza visual.

Con la terapia visual se pueden tratar problemas de visión que no pueden corregirse solo con gafas, lentes de contacto o cirugía. 

Y es que hay ocasiones en las que, a pesar de que el ojo esté sano y disponga de una agudeza visual del 100% y no tenga ninguna patología aparente, no es capaz de ver correctamente, ya que su sistema visual no es lo suficientemente eficaz porque no se ha desarrollado completamente.

Esto puede causar falta de coordinación entre ambos ojos, problemas de percepción, estrabismo, etc. 

Y es que el desarrollo de las habilidades visuales, incluye el aprender a usar los dos ojos conjuntamente de forma eficiente, puesto que al mover, fijar, enfocar y alinearlos a la vez, es lo que permite que tenga lugar la habilidad de entender e interpretar la información visual que le llega a nuestros ojos.

La terapia visual es un programa progresivo de ejercicios individualizado que se realiza bajo la supervisión de un especialista, que permite adaptarse a las necesidades visuales de la persona.

Normalmente, consiste en sesiones periódicas de unos 45-60 minutos, generalmente semanales, en consulta con sesiones diarias en casa de aproximadamente 20 minutos. No obstante, tanto la frecuencia de las sesiones como su duración dependerá de la situación de cada individuo.

Durante todo el programa de terapia visual se van realización evaluaciones para poder valorar cuál está siendo la evolución de la persona.

¿Qué problemas puede corregir la terapia visual?

La terapia visual es un tratamiento que se utiliza para corregir problemas visuales como:

  • Ambliopía
  • Estrabismo
  • Binocularidad
  • Motricidad ocular
  • Percepción
  • Acomodación
  • Lateralidad
  • Direccionalidad
  • Integración visuo-motora
  • Pensamiento matemático
  • Escasa memoria visual
  • Rendimiento deportivo
  • Traumatismos
  • Discriminación de detalles o distinguir figuras de fondo
  • Dificultades en el aprendizaje

Gracias al programa de ejercicios personalizado que realizará el optometrista según el problema a corregir:

Se pretende desarrollar e incrementar el máximo potencial de las habilidades visuales y la integración de estas habilidades visuales con los demás sentidos

Finalmente, se logra la automaticidad del sistema visual mediante la repetición de estos ejercicios, se habrán creado nuevas conexiones neurológicas y se habrán automatizado de esta forma, las habilidades visuales adquiridas, las cuales se habrán integrado con el resto de los sentidos. O lo que es lo mismo, habremos ‘aprendido a ver’.

Recordemos una vez más, tal y como ya nos indicaba Pilar Vergara en sus libros, que la visión es un proceso que se aprende, en este caso se hace evidente que también es posible entrenarla y/o reeducarla.

Los posibles síntomas que indican la necesidad de hacer terapia visual pueden ser:

Síntomas en niños

Síntomas en adultos

Lectura lenta

Dificultad en la comprensión lectora

Utilización del dedo como guía al leer

Repetir o saltar líneas de la lectura

Invertir letras o números

Acercarse demasiado al leer

Mover demasiado la cabeza al leer

Visión borrosa

Guiñar los ojos al mirar de lejos

Dificultad en la concentración

Enrojecimiento de ojos y picor

Visión borrosa de lejos, de cerca y 

al levantar la cabeza de la lectura

Fatiga e incomodidad con tareas de cerca

Incapacidad de mantener escritura o

lectura por más de 10 minutos

Movimiento de letras mientras se lee

Dolor de cabeza

¿Cuáles son los objetivos de la terapia visual?

  • Los objetivos que se pretenden conseguir con la terapia visual, según David P. Pinero en Terapia Visual y TIC’s: diseño de programas específicos son:

    1. Calidad en cuanto a amplitud de movimientos y posteriormente cantidad de movimientos (rapidez y/o calidad)
    2. Máxima capacidad en visión monocular hasta igualar los dos ojos y posteriormente, en visión binocular.
    3. Aumento paulatino del nivel hasta llegar a la automaticidad (sin ayudas o estímulos y en condiciones de la vida cotidiana).

¿Quién puede practicar la terapia visual?

Para poder iniciar un programa de terapia visual, se requiere antes un examen visual completo realizado por un optometrista especializado en este área. Este examen nos indicará si somos aptos o no para poder realizar la terapia visual y/o cual es el tratamiento que más nos conviene para nuestro caso en particular.

Por lo general, este examen de la visión es algo distinto y más completo que el examen rutinario que realizan la mayoría de oftalmólogos y optometristas. Éste suele ser más largo e incluye pruebas para la evaluación de la alineación de los ojos, el enfoque, los movimientos oculares, las habilidades visual-motoras y perceptivo-visuales y la percepción en profundidad.

Primeramente, según indica Pilar Bernabéu en Terapia Visual en el Aprendizaje, el optometrista precisa del historial prenatal, perinatal y postnatal del paciente para poder detectar si hay algún problema congénito o bien, adquirido durante su primer año, el cual pueda haber influido de alguna manera en su desarrollo motor y visual a nivel neurológico.

Posteriormente, el optometrista valora las habilidades que se relacionan con la lectura y el aprendizaje:

  • Agudeza visual
  • Error refractivo
  • Movimientos oculares
  • Acomodación
  • Visión binocular
  • Visión de colores

Además de valorar el desarrollo del sistema motor del paciente, así como la lateralidad y direccionalidad (dificultad entre derecha e izquierda, confusión de letras, números o direcciones), la lectura y la percepción visual.

La terapia visual puede ser efectiva para personas de cualquier edad, no obstante, es imprescindible ser consciente de que es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y constancia. Y es que la motivación de la persona es el clave para el éxito.

Las personas que inician una terapia visual es porque desean desarrollar o mejorar sus funciones visuales para eliminar o compensar problemas visuales, prevenir patologías oculares, desarrollar capacidades visuales para el colegio, el trabajo o el deporte.

Los casos más frecuentes de pacientes que realizan un programa de terapia visual son:

  • Niños o adultos con ambliopía (ojo vago)
  • Niños o adultos con estrabismo
  • Niños con dificultad en el aprendizaje
  • Personas que precisan de rehabilitación visual por daños cerebrales
  • Personas que desean mejorar la visión deportiva
  • Personas que padecen de problemas de visión inducidos por el estrés 

¿Qué se utiliza en la terapia visual?

La terapia visual utiliza el uso de lentes, prismas, filtros, actividades visuales asistidas por ordenador, tablas de equilibrio y otros instrumentos visuales no computarizados con el objetivo de mejorar la capacidad cerebral para controlar los movimientos oculares, la alineación ocular, las habilidades de enfoque y la visión binocular.

Como herramientas de la terapia visual podemos encontrar el cordón de Brock, la pelota Marsden o Visionary, entre muchos otros.

No confundir la terapia visual con ejercicios oculares para la mejora de la visión como los que se exponen en libros como ‘Yoga para tus ojos’ de Meir Schneider o ‘Yoga de la corrección visual’ de Kazuhiro Nakagawa cuyas reseñas compartimos en nuestro blog, ya que este tipo de ejercicios no disponen de suficientes datos objetivos en la investigación científica que los avale ni ninguna asociación optometrista. 

Y es que el objetivo de estos ejercicios oculares es el fortalecimiento de los músculos oculares, no obstante la terapia visual no tiene tal objetivo, sino que trata la mejora en la coordinación y el eficiente funcionamiento y procesamiento del sistema visual.

Siguiendo a Pinero, las consideraciones a tener en cuenta a la hora de realizar el diseño de un programa de terapia visual son:

  • Prescripción de error refractivo
  • Adición de lentes
  • Prismas
  • Terapia visual
  • Tratamientos combinados
  • Normas de higiene visual

A partir de ahí, el proceso a seguir en el programa de terapia visual sería el siguiente:

Primeramente, se compensa el error refractivo con adiciones y/o prismas. Posteriormente, se empieza trabajando con la visión monocular (con un solo ojo). Para poder continuar con la visión binocular e integrar las habilidades adquiridas. Finalmente, se acaba con el mantenimiento

Pinero, también nos indica que el programa de terapia visual se basa en ejercicios:

  • Oculomotores: Ejercicios de seguimiento como: Pelota Marsden, test de trazos visuales de Groffman, seguimientos manuales, marcas con linterna, dispositivos rotatorios, láminas con trazos visuales, etc. Ejercicios sacádicos: sacádicos manuales, sacádicos en pizarra, entrenamiento sacádico prismático, tablas de Hart, Cartas ARB, fijador secuencia transparente, fijador de sacádicos de Wayne, rastreo con letras de Ann Arbor, láminas de sacádicos.
  • Acomodativos: Flippers con lentes, cambios de enfoque con retroalimentación (con una diana, con rejilla…), balanceo con lentes sueltas, tablas de Hart.
  • Vergenciales: Cordón de Brock, tarjetas de divergencia y/o convergencia, anaglifos fijos y variables, regla de apertura, estereoscopio de espejo móvil, estereoscopio de Brewster, círculos excéntricos, saltos con prismas sueltos o barra de prismas, etc.
  • Otros: programas informáticos para la terapia visual

Ejercicios Visuales para la Terapia Visual

Oculomotores

Acomodativos

Vergenciales

Otros

Ejercicios de seguimiento:

Pelota Marsden

Test de trazos visuales de Groffman Seguimientos manuales

Marcas con linterna Dispositivos rotatorios

Láminas con trazos visuales

Ejercicios sacádicos:

Sacádicos manuales

Sacádicos en pizarra

Entrenamiento sacádico prismático

Tablas de Hart

Cartas ARB

Fijador secuencia transparente Fijador de sacádicos de Wayne Rastreo con letras de Ann Arbor láminas de sacádicos

Flippers con lentes 

Cambios de enfoque con retroalimentación (con una diana, con rejilla…)

Balanceo con lentes sueltas

Tablas de Hart.

Cordón de Brock

Tarjetas de divergencia y/o convergencia Anaglifos fijos y variables

Regla de apertura, Estereoscopio de espejo móvil

Estereoscopio de Brewster

Círculos excéntricos

Saltos con prismas sueltos o barra de prismas

Programas informáticos para la terapia visual

¿Cuáles son los resultados que se pretenden con la terapia visual?

  • Tal y como nos indican en The Vision Therapy Center, en el momento en que los ojos consiguen moverse, alinearse y enfocar conjuntamente, se logra un nuevo mundo visual, ya que habremos conseguido que:

    • El aprendizaje se haga más sencillo
    • La velocidad y el nivel de la lectura aumentan
    • Las tareas se realizan en un menor tiempo
    • Mejora la capacidad de seguir objetos en movimiento
    • Mejora la capacidad de ver objetos de cerca y de lejos
    • Es más sencillo visualizar imágenes mentales

Terapia visual y aprendizaje

  • Algunos oftalmólogos y optometristas suelen tener puntos muy distintos en cuanto a la relación de la terapia visual y el desarrollo del aprendizaje.

    Muchos de los optometristas apoyan la utilización de la terapia visual como parte del tratamiento, dentro del enfoque multidisciplinar, para tratar el retraso de aprendizaje.

    Ya que indican que en muchos casos, los niños con retraso en el aprendizaje también tienen problemas de visión, puesto que estos problemas visuales pueden estar afectando de alguna forma en los problemas de aprendizaje.

    Muchos oftalmólogos, por su parte, consideran que la terapia visual es ineficaz para tratar cualquier tipo de problema relacionado con el aprendizaje y aseguran que no hay evidencia científica que respalde la afirmación de que la corrección en los problemas de visión pueda reducir las discapacidades en cuanto al aprendizaje.

Evidencias científicas de los beneficios de la terapia visual

Los estudios muestran que el cerebro humano tiene neuroplasticidad, es decir, es plástico, lo que significa que tiene la capacidad de cambiar su estructura y la función de respuesta frente a estímulos externos.

Anteriormente, se creía que estos cambios neurológicos en el cerebro solo se desarrollaban durante la primera infancia, no obstante se ha podido demostrar, que estos cambios también se dan en edad adulta.

Si te interesa conocer más sobre la neuroplasticidad hay un libro que nos gusta mucho, que trata la plasticidad neuronal y que fue uno de los primeros libros que leímos sobre el tema, se trata del libro: El cerebro cambiante de Diego Redolar.

En el libro, el profesor Redolar nos muestra cómo, según estudios recientes, el cerebro adulto puede cambiar pese a la idea generalizada en la comunidad científica, donde se creía que la capacidad de cambiarse solamente podía desarrollarse durante el período de desarrollo del sistema nervioso.  

Los recientes descubrimientos sobre la neuroplasticidad pueden confirmar que los ejercicios de terapia visual, si se realizan adecuadamente, pueden ayudar a corregir problemas de visión y mejorar el rendimiento visual de los que la practican.

Para acabar, lo haremos con dos estudios españoles:

Una buena visión precisa que la vista, las vías visuales y el cerebro trabajen en conjunto. Cuando no lo hacen, aún teniendo una agudeza visual del 100% podemos tener dificultades para leer, escribir y procesar la información.